Para conjugar la propuesta del Ministerio de Educación y Cultura y la Pedagogía Ignaciana las unidades temáticas son un puente para:
Aprender a ver el mundo de otra manera para comprender y ver todas las cosas con “ojos nuevos” abiertos al amor de Dios (los sentimientos, las personas que nos rodean, el paisaje… y dentro de esta rutina ensayar una nueva mirada, descubrir formas, colores, texturas…)
Generar una mirada de dignificación; los contenidos son pretextos para abordar, profundizar y experimentar la presencia de Dios que trabaja en lo profundo de la realidad…” El encuentro con la realidad del otro en mí- conmigo haga eco en los sentimientos… (contemplación a la acción)
Reconocimiento mutuo, conexión en una dimensión humana, conozco al otro, el otro me conoce, vivir una experiencia de compartir.